Estos sacos
están rellenos de diferentes tipos de semillas como las de linaza, trigo,
lavanda, eucalipto, lino, menta…
Son las que se
suelen utilizar más habitualmente a la hora de rellenarlos, ya que tienen la
propiedad de almacenar el calor de manera sencilla y guardarlo durante un
tiempo, además de dotar al saco de una textura especial, que relajará la parte
sobre la que lo vamos a aplicar.
También
podemos añadirle alguna hierba aromática (melisa, hierba luisa, lavanda, menta,
manzanilla), así al calentar la bolsa desprenderá un agradable olor.
Funcionamiento
Efecto calor:
Metemos el saco
en el microondas durante 2 minutos, vamos comprobando que no coja una
temperatura muy alta, para evitar quemaduras.
Funcionamiento Efecto frio:
Metemos el saco en el congelador dentro de una bolsa de plastico, al menos durante 1 hora. (A la hora de aplicarlo, lo cubrimos con un paño).
Como
confeccionarlo:
Vamos hacerla con dos sacos,
uno va a contener las semillas y el otro lo utilizaremos de funda y así podemos lavarla siempre que
lo necesitemos.
Elegimos una tela de algodón 100% que nos guste y la doblamos en dos, derecho con derecho, cosiendo todo alrededor dejando una abertura para meter las semillas que luego cerraremos.
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Elegimos una tela de algodón 100% que nos guste y la doblamos en dos, derecho con derecho, cosiendo todo alrededor dejando una abertura para meter las semillas que luego cerraremos.
Metemos las semillas y no lo rellenamos
del todo, para que el relleno quede suelto dentro del saco y así se amolde
mejor al cuerpo.
Con la segunda tela cosemos los
laterales, damos la vuelta al saco (cuidando de colocar bien las esquinas) y
por la zona de la abertura le cosemos una tira de velcro.
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